Objetivo

En este blog pretendemos orientar a la población, en general, y a los profesionales de la salud en temas relacionados con las enfermedades cardiovasculares y sus posibles tratamientos. Esperamos poder cumplir nuestro objetivo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Charla sobre el riesgo de enfermedades vaculares en el CIMA por Eduardo Buxens.

Noticia de Diario de Navarra

"Los médicos e investigadores pueden crear semillas para que haya frutos pero la sociedad es la que debe cultivar el campo donde caen esas semillas". De esta forma describía ayer el doctor Javier Díez el panorama a la hora de hablar de prevención de las enfermedades cardiovasculares. Díez impartió una conferencia sobre "La enfermedad cardiovascular ¿riesgo evitable?" en el marco del Aula de Salud que organiza Diario de Navarra en colaboración con el CIMA de la Universidad de Navarra.
El experto quiso dejar claro que estas enfermedades son las que causan más fallecimientos. Así, un 30% de las personas que mueren en Navarra lo hacen por estas patologías, seguidas por los tumores (27%) y las enfermedades respiratorias (11%). Y, dentro de las enfermedades cardiovasculares, las principales son la cardiopatía isquémica (falta de riesgo sanguíneo en el corazón por obstrucción de las arterias), la enfermedad cerebrovascular (falta de riego en el cerebro) y la insuficiencia cardíaca (problemas en el funcionamiento del corazón). "A cinco años desde el diagnóstico viven más pacientes con cáncer que con insuficiencia cardíaca", señaló.
Además, apuntó el elevado coste de estas enfermedades: hasta 9.000 millones de euros en el país, de los que algo más de la mitad es por tratamientos y el resto por pérdidas en días de trabajo del afectado o de la persona que se encarga de su cuidado.
"La mejor manera de reducir el coste es disminuir el número de enfermos cardiovasculares", añadió.
En este sentido, Díez aclaró que la enfermedad cardiovascular se va gestando desde antes del nacimiento. De entrada, porque hay una predisposición genética que afecta a cada individuo. Además, quiso desterrar el mito de que son enfermedades de personas mayores y de que hay que empezar a cuidarse a partir de "cierta edad". Por contra, abogó por inculcar los hábitos que prevengan frente a estas enfermedades desde el nacimiento.
Más concretamente, subrayó la importancia de la alimentación. "Lo que comes desde que naces juega en tu contra o a tu favor", recalcó. También insistió en la importancia del ejercicio físico en todas las edades y en evitar las adicciones. "Son papeletas que se van añadiendo para tener una enfermedad cardiovascular". A ellas se suman otros factores sobre los que es difícil intervenir, como la menopausia en la mujer que provoca un importante cambio fisiológico, o el propio envejecimiento.
Los factores de riesgo
Cuando la persona no se cuida, indicó, pueden aparecer alteraciones que son responsables del daño en las arterias. Unas alteraciones que denominó "los cinco jinetes del Apocalipsis": la hipertensión, el colesterol elevado, el tabaquismo, la obesidad abdominal y la diabetes.
Díez apuntó que el diagnóstico de hipertensión se realiza cuando, tras varias mediciones en semanas, se superan las cifras de 140/90. "Si las cifras son altas no es válido el mito de decir que no pasa nada si están compensadas". En cuanto al colesterol elevado, apuntó las cifras de más de 240 mg/dl, en colesterol total, y de 160 en colesterol LDL. También añadió que si una persona fuma más de cinco paquetes de cigarrillos al año tiene hábito tabáquico y sumó que se habla de obesidad cuando el índice de masa corporal supera 30 kg/m2 y el perímetro abdominal es mayor de 102 cm en varones y 88 en mujeres. Por último, señaló que el diagnóstico de diabetes llega si se superan los 126 mg/dl en ayunas de azúcar en sangre.
Díez advirtió de que estos factores se alían. "No hay que esperar a que uno esté muy alto para pensar en los otros. Pueden estar haciendo daño".
Con todo, el especialista lanzó un mensaje de esperanza e insistió en mantener una dieta cardiosaludable, teniendo cuidado con el consumo de azúcares refinados, la sal, los alimentos procesados y el consumo de alcohol; y en realizar ejercicio físico (caminar a paso ligero al menos 30 minutos cinco días a la semana).
Por último, apuntó que son hábitos que se deben mantener "toda la vida", así como los tratamientos farmacológicos si ya existe algún factor de riesgo. "Hay que seguir las indicaciones del médico y no dejarlos", dijo.

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